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Campo de concentración Sachsenhausen en Berlín: cómo llegar y qué ver

Tiempo de lectura: 5 minutos

En esta publicación te contaremos la experiencia de visitar el campo de concentración Sachsenhausen en Berlín, que se encuentra en la ciudad de Oranienburg, y cómo llegar en transporte público.

Durante la Segunda Guerra Mundial, este campo estuvo en operación de 1936 a 1945. Principalmente fue utilizado para presos políticos, entre ellos, el hijo mayor de Joseph Stalin, quien se suicidó en el campo.

Campo de concentración Sachsenhausen en Berlín: cómo llegar

Se localiza aproximadamente a media hora del centro de Berlín. La forma más práctica de llegar en transporte público son los trenes RE5 o RE12, o con la línea S1. Es necesario que el tiquete cubra la zona ABC para evitar exponerse a multas.

Una vez en la estación de Oranienburg, el campo se ubica a unos 2km de distancia. Desde la estación se pueden tomar los autobuses 804 u 821, con el mismo tiquete de zona ABC. Debes estar atento para bajarte en la parada Gedenkstätte. Probablemente sea donde se baje la mayor cantidad de personas.

Es importante considerar que los autobuses pasan casi cada hora. Este es el horario para la línea 804 y este para la línea 821.

Por otra parte, la última hora para regresar en autobús a la estación de Oranienburg es a las 4:17pm. Esto quiere decir que, si sales después de esa hora, toca regresarse caminando. Eso nos pasó a nosotros, y cómo íbamos viendo y tomando fotos, casi perdemos el último tren hacia Berlín.

En caso de llegar en carro, hay un estacionamiento en el lugar. No es muy grande, por lo que imaginamos que en verano puede llenarse muy rápido.

Campo de concentración Sachsenhausen en Berlín: centro de visitantes

La entrada al campo es gratuita, pero es esencial al menos contar con la audioguía o una visita guiada desde Berlín. En el campo propiamente no hay mucha información. La audioguía tiene un valor de 3 euros y está en español. No existe restricción de edad para ingresar, pero no se recomienda para niños menores de 12 años. Las explicaciones y algunas imágenes pueden resultar muy impactantes.

La audioguía es muy extensa, tiene mucha información. Está diseñada para una visita de 5 a 6 horas. Nosotros hicimos la visita en 3 horas, así que únicamente escuchábamos lo más relevante y no las historias adicionales que contiene.

Antes de ingresar al campo, se encuentran lo que eran las oficinas administrativas. Actualmente contienen una exhibición de papelería, decoración y temas propios de los administradores del campo de concentración.

Torre A

El campo inicia en la Torre A, donde se encuentra el tristemente famoso mensaje “El trabajo os hará libres”, haciendo creer a las personas que con trabajo duro serían libres. Nada más alejado de la realidad, porque más de la mitad nunca saldrían con vida de ese lugar.

Ingresando a la torre, se puede apreciar el grado de visión que tenían los oficiales desde ahí sobre el campo y los prisioneros.

Cerca de la torre A, se encuentra la Appellplatz o plaza del conteo. Aquí reunían a los prisioneros varias veces al día para hacer revisiones. En ocasiones podían estar horas ahí en condiciones terribles como durante el invierno. También ahí se ahorcaba a los prisioneros que no cumplían con las reglas del campo, mientras el resto debían observar sabiendo que podían sufrir el mismo destino.

Zona neutral

El recorrido inicia a la derecha de la torre, en la llamada zona neutral. Se le disparaba a cualquier persona que pusiera un pie en esa sección. Muchos prisioneros debían entrar a esta zona bajo amenaza por parte de los oficiales, solo para encontrar la muerte una vez que lo hacían. Otros, lo hacían para acabar con su miseria. Sin embargo, en el campo estaba prohibido el suicidio, así que quienes quedaban vivos, eran torturados atrozmente.

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Zona neutral: se dispara sin previo aviso

Barracas

Los prisioneros dormían y se aseaban en las barracas, en condiciones terribles. Actualmente no queda ninguna original de las 68 que existieron. Se han reconstruido dos de acuerdo a las especificaciones originales para que el visitante pueda darse una idea de los espacios reducidos donde vivían en hacinamiento centenares de personas en cada barraca. Debían cumplir severas reglas para evitar castigos e incluso la muerte. Cada barraca tenía un kapo, que era un mismo prisionero con algunos privilegios pero que debía mantener el orden y la disciplina en su barraca.

 

Celdas de castigo

Dentro del campo también existía un área para celdas de castigo. En estas celdas se torturaba e incluso se asesinaba a los prisioneros. Ahí llevaban a militares, desertores, traidores y presos políticos, entre otros, para obtener información de ellos. También era una forma de bajar la moral, ya que los gritos se escuchaban por todas las barracas.

Obelisco

En el centro del campo, se alza un obelisco de 40 metros, conmemorando la liberación del campo por el ejército soviético en 1945. En la parte más alta del obelisco se pueden apreciar 18 triángulos rojos, que representan las 18 nacionalidades de los prisioneros que hubo en ese campo de concentración.

Formas de aniquilación

Al inicio, los sentenciados a muerte eran asesinados uno a uno. Eso resultó ser poco eficiente, así que se creó una zona dedicada al fusilamiento, donde se llegaron a matar hasta 140 prisioneros al día. Sin embargo, estos métodos afectaban la salud mental de los oficiales.

Es así que finalmente implementan las cámaras de gas. Engañaban a los prisioneros diciéndoles que eran duchas, así que los ingresaban a las cámaras y los hacían morir ahogados o intoxicados con diferentes químicos.

Al inicio, los cadáveres eran trasladados a fosas comunes. Luego, se construyeron los crematorios en el campo para disponer ahí mismo de los cuerpos.

Campo de concentración Sachsenhausen en Berlín: reflexión

Se calcula que unas 200000 personas ingresaron presas a Sachsenhausen. Menos de la mitad lograron sobrevivir.

Visitar lo que fue un campo de concentración como en este caso, o alguno de los campos de exterminio, debe ser una visita que llame a la reflexión y al respeto.

Reflexionar sobre lo que es capaz un ser humano, tanta crueldad, tanta maldad. Sobre algo que nunca debió haber pasado. Para contribuir a que no vuelva a pasar.

Respeto a la memoria de las víctimas. Víctimas de una ideología despreciable. Esas víctimas a quienes su vida fue truncada agónicamente.

Y respeto para aquellos quienes vivieron un infierno en vida, pero que lograron salir de ahí. Y para aquellos, que nunca volvieron a ver la libertad.

Conclusión

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Aquí te compartimos nuestra forma de planificar los viajes, para poder complementar lo que haces. Y nuestra publicación anterior sobre la visita al museo de miniaturas en Hamburgo: Miniatur Wunderland.

En nuestra próxima entrada te contamos cómo visitar la bella ciudad de Potsdam, cerca de Berlín.

Te compartimos el video que hicimos sobre nuestra visita, te agradecemos un like y suscribirte al canal.

https://youtu.be/sXoiHWQa_A4

 

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