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Francia, día 7. Qué ver en Tours y castillos de Amboise y Chenonceau

Tiempo de lectura: 5 minutos

¡Continuamos con la historia de nuestra aventura en carro por Francia! En esta publicación te contaremos sobre la interesante ciudad de Tours, así como la visita al Castillo de Amboise, el cual además de su arquitectura, también resguarda la tumba de Leonardo Da Vinci. Y finalizamos el día visitando el Castillo de Chenonceau, impresionante edificación que además de hermosa sirve de puente sobre el río Cher.

Aquí encontrarás la primera publicación sobre nuestro viaje a Francia si quieres leer sobre todo el viaje. Y aquí nuestra publicación anterior sobre el sexto día del viaje cuando visitamos la ciudad de Nantes y el Castillo Villandry.

 

Día 7: Ciudad de Tours y Castillos de Amboise y Chenonceau. Noche en Vineuil

 

Ciudad de Tours

La ciudad de Tours ha tenido mucho protagonismo a través de la historia. Ahí se ha defendido el territorio francés de los ataques musulmanes en el siglo 8. Durante el siglo 9 en Tours se evitó el avance de los vikingos. Luego se convirtió en la residencia permanente de varios reyes y sus cortes. Históricamente en Tours se identifica el nacimiento del idioma francés. Por eso se dice que ahí se habla un perfecto francés. Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue afectada y varias construcciones históricas se destruyeron en su totalidad. Muchos esfuerzos de reconstrucción se realizaron y el resultado es lo que vemos hoy en día. Es una ciudad muy ordenada que mantiene vivo el aire de su pasado.

En conclusión, es una ciudad que ha estado presente durante toda la historia de Francia.

 

Ciudad de Tours: iniciando el recorrido

Llegamos alrededor de las 9am a la ciudad. Dejamos el carro en el estacionamiento Indigo en Plaza Anatole, justo a las orillas del río Loira. El estacionamiento es de pago. El recorrido lo iniciamos caminando hacia el oeste sobre la Rue des Tanneurs, admirando el paisaje del río hasta llegar a la Rue Bretonneau. Ahí nos dirigimos hacia el sur hasta llegar a la Plaza del Gran Mercado, donde se encuentra la interesante figura de Le Monstre (El Monstruo). Definitivamente un lugar muy apropiado para tomarse varias fotos con la escultura. El Monstruo fue creado para darle un nuevo aire a la plaza y así atraer más personas.

Seguimos un poco hacia el sur hasta llegar a la Rue des Halles. Ahí caminamos un poco hacia el este hasta llegar a la Basílica de San Martín y la Torre Carlomagno. La Basílica original fue una de las más grandes del mundo en su momento. Sin embargo, fue severamente dañada durante la Revolución Francesa. Hoy lo que se mantiene es la Torre Carlomagno para poder darse una idea de la magnitud de la edificación que fue. La Basílica actual fue construida gracias a los aportes de los ciudadanos. Sin embargo, es mucho más pequeña que la original. Dentro de la Basílica se encuentran las reliquias restantes de San Martín de Tours.

 

Camino hacia la Catedral de Tours

Continuamos hacia el este hasta llegar a la gran Rue Nationale. Agradable calle comercial llena de comercios. Seguimos esta calle hacia el sur hasta llegar a la Plaza Jean Jaurès. Ahí logramos ver el bello Palacio de Justicia y el Ayuntamiento de la ciudad.

Luego continuamos hacia el este por el Boulevard Heurteloup, caminando por el centro de la calle entre los árboles. Continuamos hasta llegar a la Rue Jules Simon. Seguimos esa calle hacia el norte hasta llegar a la espectacular Catedral de Tours. Un edificio impresionante. Una de sus torres parece estar viendo a los que pasan por ahí. En otras palabras, esta Catedral es una visita obligada, al menos por fuera.

Un poco más al norte se puede visitar el Castillo de Tours. Nosotros por tiempo decidimos no entrar ya que nos esperaban dos castillos para este día.

 

Hacia el castillo de Amboise

Este castillo se encuentra en la ciudad de Amboise, de ahí su nombre. Está a una media hora de la ciudad de Tours. Alrededor del castillo se puede estacionar. Sin embargo, es de pago.

 

El castillo de Amboise

Está construido sobre una columna de 80 metros, lo que le da una posición estratégica desde donde se ve el río y el pueblo. Fue propiedad privada desde su construcción en el siglo 9. Sin embargo, en el siglo 15, su dueño Luis de Amboise, fue condenado a muerte por conspirar contra el rey. Antes de su ejecución el rey lo perdonó, pero lo despojó de su castillo. Desde ese momento, el castillo de Amboise fue un favorito de los reyes.

Leonardo da Vinci vivió cerca de este castillo los últimos 4 años de su vida. El rey Francisco I de Francia lo invitó a quedarse en el cercano Castillo de Clos-Lucé. En consecuencia, Leonardo abandonó Italia con varias de sus obras, entre ellas la Mona Lisa (La Gioconda). El rey se la compró al artista, por lo tanto desde ese momento le pertenece al estado francés y actualmente se expone en el Museo de Louvre en París. Los restos de da Vinci se encuentran en un mausoleo dentro del Castillo de Amboise.

Después del siglo 17 el castillo poco a poco fue perdiendo importancia. Fue usado como prisión y sufrió muchos daños durante la Revolución Francesa. También durante la Segunda Guerra Mundial. Actualmente se continúan realizando trabajos de reconstrucción para devolverlo al esplendor de otros tiempos. Lo importante es que conforme pase el tiempo, mejor estará el castillo y tendrán más áreas por visitar y más objetos para admirar.

Es una construcción bellísima y la visita al interior del castillo nos trasportó a la época de los reyes de Francia. En otras palabras, es una visita que definitivamente vale la pena realizar.

 

Hacia el castillo de Chenonceau

El castillo de Chenonceau está convenientemente cerca del Castillo de Amboise. Llegamos en menos de media hora. Tiene disponible un amplio estacionamiento gratuito. Sin embargo, es necesario comprar la entrada para entrar a la propiedad.

Este castillo fue construido en el siglo 16 y desde ese entonces fue centro de conflicto entre nobles y reyes, lo que provocó constantes cambios de propietarios. Algo particular de esos cambios, fue que siempre había una mujer de por medio, ya fuera por herencia o por regalo. Es por esto que recibe el nombre del «Castillo de las Damas».

Durante la Primera Guerra Mundial fue un hospital militar y sufrió algunos daños durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy día se expone su esplendor.

En esta propiedad además del castillo, puedes pasear libremente por sus dos jardines, su bosque, perderse en el laberinto y visitar la granja rural. De los castillos que visitamos este fue el más completo en cuanto a lo que podíamos ver. Parada obligada si se quieren ver sólo algunos de los castillos del Loira.

 

Noche en Vineuil

Nuestro hotel para esa noche, Kyriad Blois Sud-Vineuil, se encontraba a menos de una hora del castillo. Es un hotel de 3 estrellas perfecto para pasar una noche. Por su ubicación es necesario tener carro ya que no está muy bien conectado con la ciudad.

 

Resumen de gastos del día

  • Entrada al Castillo de Amboise. €11,70, incluye un panfleto con las explicaciones. También se puede alquilar una audioguía por un costo adicional.
  • Entrada al Castillo de Chenonceau. €12,50, incluye un panfleto con las explicaciones. También se puede alquilar una audioguía por un costo adicional.
  • La noche en el hotel nos costó €40.

 

Si tienes alguna duda o consulta con mucho gusto te ayudamos. En nuestra próxima publicación te contamos sobre la visita al Castillo de Chambord y nuestra ansiada mirada a París por primera vez.

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